Cuando el corazón
se hiela, se congela, no tiene aliento. Cuando el corazón se seca. Puede ser
que hay personas que no tienen derecho a amar ni ser amadas. Quizá hay almas
que quedan castigadas a vagar sin rumbo, solitarias en un callejón sin salida.
Una hoja blanca,
diario sin palabras, un libro sin historia. ¿Dónde está el límite? El límite lo
encuentras cuando no te quedan fuerzas y te das cuenta que
cuando una gota de agua te toca tu piel seca y solo quieres que también se
seque. Te da miedo el cariño y te apartas de todo peligro que pueda ocasionar
que tu corazón entre en calor.
La lluvia ya no
tiene el mismo sentido que antes, tu aliento no mancha las ventanas, tus ojos
dejan de brillar. Las noches pierden el sentido, el amanecer te da miedo, tus
palabras ya no tiene receptor… Reprochas abrazos, besos, caricias de
desconocidos e incluso de los amigos.
Il·lustració: Sara Herranz |
A nadie le
importas, nadie te necesita. Solo quieres desaparecer. Eres un granito de
arena. Una gota en el mar, una nube en el cielo, una hoja en otoño, un beso en
un momento de calentura, un punto en un libro, un error en el sistema.
Simplemente eres
hielo.
Ojalá no entendiera este post. Ojalá no me sintiera identificada. Ojalá no existieran los corazones fríos, los corazones secos. Mojarse duele. Y además corres el peligro de ahogarte.
ResponEliminaHas dado en el clavo: sabes que tu corazón está seco cuando la lluvia ya no tiene sentido.
Qué curioso. Eres una desconocida con sentimientos demasiado conocidos.
Me ha gustado. Gracias!
Me ha matado el texto, de principio a fin.
ResponEliminaEsa sensación me la conozco.
Un beso! :)
http://versameentuboca.blogspot.co.uk/
Por si te apetece!